Te he llamado, y he escuchado la voz otra chica. Otra chica que no eras tú. Otra voz, que no era la tuya, y me decía: " el telefono al que llama tiene restringidas temporalmente las llamadas entrantes".
Desde aquel trágico día, no había vuelto a marcar tu número. Ese que me aprendí de memoria, por todas las llamadas que nos hacíamos cada día, para sentirnos arropados, para decirnos cuantos días nos quedaban para vernos, o el buenas noches de siempre. Te echo muchísimo de menos.
Ahora me doy cuenta que, dos años después, todavía no lo he aceptado. Sigo manteniendo la esperanza de que esa llamada la cojas tú, y me contestes con la alegría con la que lo hacías siempre. Cuanto te añoro. No te lo puedes ni imaginar.
Te recuerdo cada día, y en cada uno de ellos te necesito y me vuelvo débil sin esa confianza que tu tenias en mi, haciéndome creer que podía con cualquier cosa y ahora ni si quiera sé como salir adelante de todo esto. No sabes lo difícil que me resulta la idea de superarlo.
Aquella frase tan tuya de; "te querré siempre pase lo que pase, no lo olvides" me enseña que voy a tener que aprender a volar. Y esta vez, tiene que ser bien alto. Porque parece que no va a haber forma de que vuelvas. Pero nos espera una vida eterna en el cielo. Juntos, de nuevo.
no he podido evitar llorar, precioso.
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