Os agradezco que estéis leyendo estas líneas. Yo les doy vida, y con vosotros cobran sentido. No me leáis porque sí. Quiero que tengáis un motivo por el cual necesitéis o sintáis que, estas letras os van a contar algo y es lo que andabais buscando. Quizás muchos ya habréis desistido en el intento, cambiado de página o pensado: “qué pérdida de tiempo”. Si es así, no sigas leyendo y los dos haremos como si no nos hubiésemos conocido. Pero si no, te invito a mi pequeño rincón en el que publicaré tres entradas al día, en el que te haré participe, en el que te haré sentir que tienes un sexto sentido. Y sobre todo a hacerte creer que, de veras, existe una fibra sensible que puede inter-conectar con las personas.


martes, 29 de marzo de 2011

Un llanto.


En el hospital, en la sala de partos, una madre va a tener asu primer hijo. Gritos de esperanza chocaban contra las paredes. Inspiración, espiración, seguidas de una fuerza propia y voluntaria.
De repente, llega el médico con noticias.
Me temo, que no ha salido según lo previsto. – exclamó el señor de la bata blanca.
Hay que tomar una decisión rápida, impulsiva, sacrificada y lógica. Su hijo sufre dos vueltas de cordón umbilical, las cuales le están poco a poco ahogando. Le quedan pocos minutos de vida.


Saltan las alarmas, y las sorpresas.
¿Hay alguna manera de salvarle la vida?- preguntó la madre.
La única manera, es haciéndole una cesaría. –respondió, rápido y conciso el médico.
Pónganse manos a la obra, hoy voy a ser madre. Es la ilusión de mi vida, y eso no me lo va a quitar nadie. – prorrumpió la madre.
Poco después, en un breve silencio se escuchó el llanto de un bebé.
Ese bebé, era yo.
Fue la primera vez, que tuve la sensación de ahogo, de falta de aire, de que lentamente perdía la vida y todavía no había nacido.
Por suerte, aquella experiencia, no tuvo consecuencias negativas para mí. O a lo mejor sí, de ello mi estupidez. Aún así, fue la primera pero no la última vez que sentía esa sensación.
Cuando me ocurre, pierdo fuerzas y siento que poco a poco estoy consumiéndome. Intento cerrar los ojos y respirar profundamente. Trato de no pensar, que quede todo en un silencio mudo.
Nunca lo logro, todavía se sigue escuchando aquel llanto del bebé.

“Amor”


Cuatro letras, y tan grandes. Y así es como comienza, con algo simple, pequeño, y que parece insignificante. Y cuando te das cuenta, tus sueños han recorrido el mundo tres veces.
Inesperado, una reacción de magia caída del cielo. Fuerza universal, invisible y poderosa. Luz, que ilumina a quien lo da y lo recibe. Que te permite deshacerte del miedo. Que atrae, y multiplica nuestras virtudes. Revela, desvela. Te pregunta por un lado, y te responde por el otro. Nacemos fruto de él, y moriremos sintiéndolo. Nos hace ser personas más humanas. Nos libera, del egoísmo, de la ignorancia, del odio y la avaricia. Es la fuerza que alimenta la vida.
Unas personas, dicen que del amor al odio tan solo hay un paso. O que es un pasatiempo y una tragedia. O simplemente, que el amor es un juego. Yo digo que el verdadero amor, no tiene límites. Te hace vulnerable, te venda los ojos, pero se convierte en tu sexto sentido. Sentido de la vida, y la dirección la decides tú.
“Amor” Cuatro letras que llevo en mi nombre, y que he conocido gracias a ti.

Todo es posible.


Algo que buscas, y no encuentras. Aquel momento, en el que te paraste a pensar. Un dia soleado, en el que empieza a llover. El momento que siempre quisiste vivir. El ser.
Algo que creías que sería fácil, y se convirtió en complicado. . El ayer, soñando ser lo que nunca fuiste. El temor a que no exista el mañana .Dos pasos, y un lamento. Un lamento convertido en acierto.
Dos días de sueños, una vida amarga.
Ver como se desvanece un sueño. Salvar una vida o caminar hacia atrás.
Parar el tiempo, o cerrar los ojos y despertar.
Creer estar cerca, y no llegar nunca. Aprender a nacer, a vivir, a respetar. En darte cuenta, de que eres tan frágil como una pompa de jabón. En apartar tu mente del corazón.
Los pequeños detalles, En como guiarte, como seguir adelante.
Perder el miedo a la vida, el ser consciente del poder del ahora y del siempre.
Dar un paso de gigante, y pasar del nada al todo. Saborear el momento, y olvidar cada lamento.
Tienes el regalo mas grande, la vida, levanta la cabeza y camina. Que no es más fuerte quien menos veces se cae, sino aquel que tras cada caída, se levanta y sigue adelante. Quien sabe sonreír, llorar, y amar. Quien no busca la suerte, sino que hace todo porque ella le venga a el.
Y cuando te sientas en algún momento solo, y teniendo la sensación de haber perdido la dirección de la esperanza.
Intenta encontrar el sentido y el rumbo de tu vida. Salir del océano de lágrimas, rodeándote de la gente a la que estimas. Sentirte capaz, y ser incapaz de decir "no puedo”. Y así poder cambiar poco a poco dos letras de una palabra que tiene nueve.
Recuerda, TODO ES POSIBLE.