Os agradezco que estéis leyendo estas líneas. Yo les doy vida, y con vosotros cobran sentido. No me leáis porque sí. Quiero que tengáis un motivo por el cual necesitéis o sintáis que, estas letras os van a contar algo y es lo que andabais buscando. Quizás muchos ya habréis desistido en el intento, cambiado de página o pensado: “qué pérdida de tiempo”. Si es así, no sigas leyendo y los dos haremos como si no nos hubiésemos conocido. Pero si no, te invito a mi pequeño rincón en el que publicaré tres entradas al día, en el que te haré participe, en el que te haré sentir que tienes un sexto sentido. Y sobre todo a hacerte creer que, de veras, existe una fibra sensible que puede inter-conectar con las personas.


viernes, 1 de abril de 2011

Mis apellidos.


Con pequeños altibajos como si se tratase de un subibaja de la infancia. A veces triste como los domingos por la tarde o los días grises. Y muchas otras veces alegre con una sonrisa que se le dibuja en la cara, encantadora y capaz de contagiarse.
Acompañado de virtudes como el valor, la fortaleza, el ingenio, la templanza, la ambición y la devoción por sus seres queridos. No obstante a veces, dos de los pecados capitales se apoderan de él; la soberbia, y el orgullo.
Pese a todo esto, sabe perfectamente quien fue, quien es y quien quiere ser.
Con la cabeza amueblada, aunque mal distribuida, se sirve de la razón para pensar en cada duda que le surge de todas las cosas que le rodean. Es capaz de pensar lo que muchas otras personas no piensan, y ver lo que muchas otras no ven. La empatía es uno de sus puntos fuertes, aunque a veces esto se vuelve en su contra.
Es un cuerdo que se convierte en un loco pero que no sabe el genio que lleva dentro. Con un corazón que no le cabe en el pecho. Lleno de sensaciones y sentimientos inquebrantables. Lleno de rasguños de las historias acometidas en su vida, con principios y finales propios de una inmadurez incontenida. Y en cada latido que pasa, es un recuerdo vivo a flor de piel, que resurge y le llena cada vez que la razón se convierte en aliada de su corazón y le hace acordarse de los suyos.
A veces niño, y otras hombre. Dónde la desconfianza en si mismo le arremete a cometer errores.
Pese a ello, nunca deja de perder la ilusión, ya que se dedica a soñar despierto. Y entre los sueños de algodones no pierde la fe ni la credibilidad de sentirse bien por como es. Una persona fiel a sus principios, con lo aprendido en lo que lleva de vida que sabe utilizar sus armas. Aunque muchas veces, cuando le acecha el miedo se convierte en alguien débil por momentos, pero que sin embargo siempre sabe seguir adelante con la sonrisa que se le dio al nacer.

Necesito tiempo


Estoy dispuesto a olvidar mi pasado. Esclarecer cada entraña de mi corazón, para dejar que tú seas quien se ocupe de él.Renunciar a mi tiranía y a la soberbia que muchas veces he utilizado a mi favor, para huir y hacer daño a mis más fieles.Liberarme de todo pensamiento impuro que pueda causarte temor, pavor y hasta la más fría entereza que me haga poner en duda todo lo que haces. A la vez de que te doy mi palabra, y quiero que creas que tomo por certeza y como única solución todo lo que tu creas conveniente. Para así hacer frente a la inocuidad del error, y poder escribir nuestro propio destino.Distinto a todo aquello que hemos creído hasta ahora, y por muy locuaz que parezca, quiero que compartas conmigo todo aquello que nunca has podido enseñar a nadie. Todo aquello que hasta este mismo momento, no han sabido hacerte sentir.
Déjame tener un presente contigo, formemos un futuro en el que no existan dudas. En el que tengamos claro que uno sin el otro no es lo mismo. Quiero que tú, y solamente tú seas quien saque de mí todo lo que yo puedo dar. Que conviertas mis letras, en el autoreflejo de mi vida.Hazme sentir que puedo hacerte sentir única. Enamórame con todas las letras. Quiéreme como tú solo sabes. Abrázame como nunca antes lo haya hecho nadie.Bésame hasta que me quede sin aliento. Vive conmigo todo lo que deseabas, todo lo que siempre soñaste. Haz de mí amor, alegría, bondad, incluso tu mejor amigo. Porque yo te he esperado a lo largo de mis veinte primaveras. En el mismo lugar, a la misma hora. Y por todo eso, y por lo que no soy capaz de decirte; te merezco.
Y ahora lo único que te pido, es que me des un poco de tu tiempo.Ese tiempo en el que quizás hayas estado con la persona equivocada, en el que no has sabido disfrutar de lo que se te concedió al vivir. Ese tiempo, que quizás estés perdiendo. Y es el que yo necesito para perderme contigo en la palabras; ser feliz. Y que me hará sentir lo que es enamorarse de nuevo.

Pasar página.


Te han caído las lágrimas, y no encuentras el sentido a las cosas. Te preguntas por qué no te sale nada bien, o ¿Qué es lo que tengo que hacer?
Sientes impotencia de no poder hacer nada por evitarlo. Por no saber qué hacer en momentos como este, en los que por más que le des vueltas y vueltas, no llegas a ninguna parte. Y la verdad, es que muchas veces el fallo que cometemos, es que hay preguntas que no tienen respuesta. Es inútil buscar respuesta a preguntas que no la tienen y a muchas personas les cuesta aceptarlo. Y para aceptarlo solo tienes que dejar que salga de ti todo cuanto te duele, y fluya en la nada.
Sé cuánto cuesta pasar página, y más aun si no puedes hacerlo porque no has entendido lo que has leído, y te esfuerzas, una y otra vez, en intentar comprenderlo y no lo consigues. Te pasas horas releyendo, sin cesar, las malditas páginas que te están robando tantas horas de sueño. Que te están haciendo pasarlo mal, que no te dejan ser feliz. Y ahora, no debes quedarte anclada en ese tipo de cosas. Tienes los ojos desgastados de tanto leer esa página, y el corazón roto en pedazos por pensar que todo se ha acabado.
Pasa pagina con fuerza, y verás que por mucho que no entiendas tu presente, y mucho menos tu pasado, no puedes perderte lo que puedes vivir hoy pensando en ser feliz mañana. Te darás cuenta de que, a veces, todo tiene sentido si avanzas la lectura, y verás que las palabras que tanto valor dabas, los hechos que tanto añoras, son meras anécdotas de una historia que acaba de empezar.
Porque en tu historia siempre puede haber un antagonista, siempre hay más de un personaje y, sobre todo, la protagonista eres tú.