Os agradezco que estéis leyendo estas líneas. Yo les doy vida, y con vosotros cobran sentido. No me leáis porque sí. Quiero que tengáis un motivo por el cual necesitéis o sintáis que, estas letras os van a contar algo y es lo que andabais buscando. Quizás muchos ya habréis desistido en el intento, cambiado de página o pensado: “qué pérdida de tiempo”. Si es así, no sigas leyendo y los dos haremos como si no nos hubiésemos conocido. Pero si no, te invito a mi pequeño rincón en el que publicaré tres entradas al día, en el que te haré participe, en el que te haré sentir que tienes un sexto sentido. Y sobre todo a hacerte creer que, de veras, existe una fibra sensible que puede inter-conectar con las personas.


jueves, 31 de marzo de 2011

Difícil indecisión.


-En los momentos difíciles, tú nunca has estado. Cuando más lo he necesitado, cuando más te he echado en falta, tú ya no estabas.
-Cada día que pasaba, se hacía más difícil para mí, y todo me quemaba por dentro al ver que tú no regresabas.
-Lo más difícil era en cada momento pensar el ¿por qué? Ni si quiera viniste a despedirte de mí. Te fuiste sin darme una explicación. Y aún así yo seguía echándote de menos, pero no sabes tú bien la rabia que me daba.
-Fui yo quien convirtió tus defectos en virtudes, sin importarme nada más. Quien supo ayudarte en cada momento. Quien te apoyó en tus duras decisiones. Lo hice casi todo bien contigo, y ahora, ¿me merezco esto?
- Te mereces algo mejor, lo sé. Lo que pasa es que no te das cuenta de que yo sigo aquí, o quizás no quieras verlo. De todas formas, también hay cosas que has hecho mal, y que me han hecho daño. Aún así, siempre me ha gustado tomarme mi propio tiempo para hacer las cosas bien.
En el sobre se podía leer algo en el remite: Perdóname por haber sido el causante de esto, pero no fui yo quien decidió quererte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario