Os agradezco que estéis leyendo estas líneas. Yo les doy vida, y con vosotros cobran sentido. No me leáis porque sí. Quiero que tengáis un motivo por el cual necesitéis o sintáis que, estas letras os van a contar algo y es lo que andabais buscando. Quizás muchos ya habréis desistido en el intento, cambiado de página o pensado: “qué pérdida de tiempo”. Si es así, no sigas leyendo y los dos haremos como si no nos hubiésemos conocido. Pero si no, te invito a mi pequeño rincón en el que publicaré tres entradas al día, en el que te haré participe, en el que te haré sentir que tienes un sexto sentido. Y sobre todo a hacerte creer que, de veras, existe una fibra sensible que puede inter-conectar con las personas.


lunes, 28 de marzo de 2011

El poker es similar a la vida.

Nos reparten dos cartas, y nosotros decidimos como jugarlas. Podemos pasar, igualar o subir nuestra apuesta. Alguna de nuestras jugadas será ir con todo. Unas veces ganas manos que van por delante, y otras aunque la probabilidad este a tu favor, pierdes. O simplemente a la primera de cambio, tiras tus cartas.
Hay jugadores que juegan a farolear, a intentar aparentar lo que no tienen. Otros jugadores, que no arriesgan, y quizás no ganen todo lo que podrían ganar. Y otros jugadores agresivos en sus apuestas, que más de una vez les han jugado una mala pasada. Jugadores principiantes, hasta jugadores expertos, en este juego. Un juego que dicen que depende mucho del azar, de la suerte, pero que en definitiva, sigue siendo un juego.
En este juego, es muy importante la posición en la que juegues frente a los demás. También es importante, como son tus apuestas, y sobretodo fijarse en los movimientos de los demás.
Un buen jugador seria aquel que sabe cuándo y cuanto apostar, que sabe leer los movimientos de los demás, que de vez en cuando se echa uno que otro farol. En definitiva, que sabe que no puede cambiar las cartas que se le reparten, pero sí que sabe jugar sus manos.
Para ello y ante todo, como muchos dirían, siempre debes guardarte un as en la manga.

Este juego, a mi parecer, es muy semejante a la vida.
En la vida, hay personas que se sirven de las mentiras, e intentan aparentar y fingir lo que no son. En la vida, hay personas que nunca arriesgan porque tienen algún tipo de miedo, y  no saben que el mayor riesgo es no arriesgar. En la vida, hay personas que lo dan todo, y no tienen lo que merecen. En la vida, pasamos por diferentes etapas, y en cada una de ellas lo importante es aprender.

En la vida, es muy importante dónde estás y que es lo que te rodea. También es importante lo que tengas dentro de ti, y de qué forma lo des a los demás. Y sobretodo fijarse en las personas que te rodean, en que y como se sienten, y que con apenarlas mirarles, les entiendas y sepas lo que necesitan.
Una buena persona seria aquella que sabe cuándo y cuanto dar sin esperar recibir nada a cambio, que sabe escuchar lo que callan los demás, y saberlo a través de sus ojos, que de vez en cuando sabe sacar lo que quiere de los demás, sin que se enteren. En definitiva, la vida no es solo un juego. Y tú, ¿a qué esperas para vivirla?
Para ello y ante todo, como muchos dirían, guárdate un corazón de repuesto. Ya que no todos son buenas personas. Más de una solo juega.

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