Os agradezco que estéis leyendo estas líneas. Yo les doy vida, y con vosotros cobran sentido. No me leáis porque sí. Quiero que tengáis un motivo por el cual necesitéis o sintáis que, estas letras os van a contar algo y es lo que andabais buscando. Quizás muchos ya habréis desistido en el intento, cambiado de página o pensado: “qué pérdida de tiempo”. Si es así, no sigas leyendo y los dos haremos como si no nos hubiésemos conocido. Pero si no, te invito a mi pequeño rincón en el que publicaré tres entradas al día, en el que te haré participe, en el que te haré sentir que tienes un sexto sentido. Y sobre todo a hacerte creer que, de veras, existe una fibra sensible que puede inter-conectar con las personas.


lunes, 28 de marzo de 2011

Irrepetible, entre tantas.


Las hay alegres, con armonía. Simpáticas y hermosas. Aunque se dejan en el camino cosas importantes, pero que luego nunca fallan.Que te levantan el ánimo, y te hacen sentir mejor persona. Te ayudan, y puede que hasta te hagan recordar el amor. Buscan la felicidad, y añaden esa pizca de algo que buscabas pero que no encontrabas. Te limitan, y aunque lo demuestran todo de nada sirve porque tú la ves como algo importante en los momentos esenciales de tu vida, pero no para hacer de ella algo tan tuyo. Es tu mejor amiga.

Las hay misteriosas. Que aparentemente son una cosa, y luego son otra. En dónde pecan, y convierten a todo su alrededor en miseria y veracidad. Son la oscuridad sin salida. A veces con contrapartida. Incluso una mala compañía. Esas que despiertan en ti ese ánimo de conquista y de lucha. Te hacen recordar tus principios, y tus acometidas como hombre. Son el propio reflejo de tu símil. Chocáis y saltan chispas. Nunca os ponéis de acuerdo y convertís todo en un rifi rafe de haber quien puede más. Es tu peor enemiga.

Las hay bajitas, delgadas, gordas, altas. Feas, guapas. Tontas, inteligentes. Insignificativas, significantes. Pueden ser también violentas, mortales, fugaces, delicadas, profundas, prodigiosas, importantes. Y a la vez interesantes, fáciles, tiernas, dulces. O sencillas, incorrectas, correctas, compulsivas, solitarias, irónicas, intolerantes, con hipocresía y razonables. Malas, buenas. Apasionadas, nobles. Las hay tan diferentes…

Pero sobre todo las hay únicas. Como la mía, irrepetible entre tantas. Mi letra, capaz de hacerte sentir cosas imposibles, de hacerte ver lo que no se puede ver a simple vista. Tan mía y tan vuestra. Porque sin vosotros dejaría de tener significado. Pero sin mí dejaría de tener vida.

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